Personalismo Integral
En 2015 realicé la propuesta filosófica del Personalismo Integral basada en una intuición que se está demostrando fecunda. La filosofía de Karol Wojtyla no estaba recibiendo por parte de la comunidad académica el reconocimiento que se merecía, y esto se debía, a mi entender, a que estaba situada en un terreno de nadie: cerca de la fenomenología, pero sin ser fenomenología; cerca del tomismo, pero sin ser tampoco tomismo; y dentro del personalismo, pero sin identificarse con ninguna de sus corrientes principales como el personalismo dialógico, el comunitario u otros. Por eso, las referencias a su pensamiento eran débiles y timoratas y lo condenaban a una cierta irrelevancia. Mi intuición me indicaba, sin embargo, que ofrecían luces especiales, capaces de resolver, al menos in nuce, añejos problemas filosóficos gracias a nociones como la experiencia, la autodeterminación, la norma personalista, la participación, la integración, la acción que muestra a la persona, y muchas otras.
Ante este estado de cosas, dediqué bastante tiempo y esfuerzo a dar a conocer su filosofía, pero el problema persistía. Se acababa buscando siempre encuadrarla en corrientes preexistentes, lo que daba al traste con buena parte de su originalidad y su fuerza. Finalmente, ante la ineficacia de estos intentos, me vino a la mente una vía diferente: proponer una nueva corriente dentro del personalismo que se inspirase directamente en su filosofía. Así fue como nació el Personalismo Integral que, requería, sin embargo, para poder existir como corriente, un importante trabajo previo[1]. Wojtyla había realizado una gran tarea, pero había dejado muchos temas solamente como esbozos y otros ni siquiera habían sido tratados. Era necesario, por tanto, una importante trabajo de desarrollo, expansión y consolidación para que esta nueva corriente pudiera ser considerada seriamente, lo que no sería posible si solo contuviera algunos trabajos aislados, por valiosos que fueran.
He procurado realizar esta tarea en la medida de mis posibilidades, y así, el personalismo integral cuenta, a día de hoy, con los siguientes elementos: una antropología (Wojtyla, Burgos); una teoría del personalismo (Burgos); una ética (Burgos, Wojtyla); una epistemología (Burgos, Wojtyla); un posicionamiento ante la metafísica (Burgos), algunas claves de filosofía social (Wojtyla) y la teoría estética del personalismo fílmico (Peris, Sanmartín y otros).
Esta propuesta está teniendo muy buena acogida en el panorama filosófico contemporáneo, entre otras cosas, porque proporciona una Plataforma amplia, comprensible y sólida a partir de la cual aplicar el personalismo a los grandes temas de nuestra época. Hay, sin duda, una conciencia creciente de que el personalismo ofrece un sustrato poderoso y flexible capaz de iluminar las humanidades, pero esta intuición se enfrenta con un problema importante: la dificultad de disponer de una visión global del personalismo que, hasta ahora ha remitido generalmente a autores individuales, extremadamente valiosos, pero con propuestas parciales. El Personalismo Integral, sin embargo, proporciona una Plataforma conformada por los elementos centrales de la filosofía abordada desde una perspectiva personalista, lo que permite resolver esta dificultad. Prueba de ello son las Tesis doctorales y de Maestría realizadas hasta el momento, así como los más de 30 artículos de investigación. Entre las expansiones más relevantes destacamos el personalismo fílmico (desarrollado por los profs. Peris Cancio, José Sanmartín y colaboradores), el proyecto de Psicología Integrativa Personalista de Rosa Zapién, el diálogo con Mauricio Beuchot, las investigaciones en bioética de Jim Beauregard y Elias Bermeo, y el estudio de sus implicaciones educativa en colaboración con la UPAEP (México).
[1] Cfr. J. M. Burgos, ¿Qué es el personalismo integral?, Quien. Revista de Filosofía Personalista, 12 (2020), pp. 9-37.
Entrevista: ¿Qué es el personalismo integral?
Todo este conjunto de reflexiones, que se apoya en el lecho común del personalismo, constituye una sólida base filosófica sobre la que afrontar los desafíos filosóficos y culturales del siglo XXI. Buena prueba de ello es que ha suscitado ya debates con filósofos relevantes como Seifert, Beuchot o Crosby y ha despertado el interés de numerosos investigadores. Destacamos el proyecto de Psicología Integrativa Personalista de Rosa Zapién, las investigaciones en bioética de Jim Beauregard y Elias Bermeo, las aplicaciones al cine de José Alfredo Peris y el estudio de sus implicaciones educativa en colaboración con la UPAEP (México).
El Personalismo Integral es una realidad y un proyecto en construcción. La antropología esencial está definida, posee una epistemología consistente, etc. Pero otros ámbitos, como la ética, esperan una sistematización, y otros, como la política, están por elaborar. Su potencia filosófica está inspirando cada vez a más personas y está abierto a la colaboración de todos los que se sientan interpelados por estas ideas.
Juan Manuel Burgos